La temática que tuvimos hoy fue muy parecida a
la que tuvimos la clase pasada (Emociones, creatividad... aprendizaje). Durante esa clase el profesor dejo una tarea
bastante clara pero para nada sencilla. Esa tarea consistía en
buscar un objeto que fuese importante para cada uno
de los que debía realizar esa experiencia.
Hasta que llego el día en que nos reunimos nuevamente en esa sala ambientada de
manera agradable y acogedora, sin más compañía que los
alumnos y el profesor que hacía de coordinador.
Así formamos dos grupos en forma de ovalo,
uno más pequeño al centro en donde se ubicaron
los que portaban el objeto, y los demás al exterior intentamos
hacer la misma figura. Luego nos tomamos de las manos
con los compañeros más próximos.
Después de un ritual que indujo a mis compañeros
a conectarse con sus emociones y sentimientos
más profundos, dimos paso al silencio… de
ahí floreció una a una la voz de cada uno de mis compañeros,
algunas más firmes, otras que se quebraron en el primer instante.
Cada palabra estaba relacionada con la elección del objeto.
A muchos les había costado bastante decidir por un objeto,
algunos ni siquiera llevaron uno, más bien hicieron
muestra de una representación simbólica de lo que querían expresar y otros
llevaron incluso más de lo permitido. Pero
en este tipo de actividades o experiencias como
prefiero llamarla, supongo que todo vale. Si
a sentimientos se refiere no hay parámetros para limitarlos. En esta parte de la clase el profesor
hizo mención reiterativamente a una palabra en especial, amuleto.
¿Será que todos tenemos la necesidad de uno, ya sea
tangible o intangible? En lo que respecta a mí opinión, la
respuesta es sí. Soy partidaria de que el ser humano por
el solo hecho de serlo, necesita aferrarse a algo o
alguien en esta vida, de ahí a que nos aferramos es otro
cuento, digno de discusión.
Siguiendo con la clase, cada uno de mis
compañeros fue haciendo historia de una serie de acontecimientos
que habían hecho parte de la elección de tal amuleto. Lo dramático
fue cuando el profesor en voz seria y convincente
dio instrucciones de que la persona se desprendiera de él y
se lo regalase a otra persona ahí presente. Fue un momento
en que interrumpió el silencio, nadie dijo una palabra, hasta que
el profesor con un “en forma simbólica, por
supuesto” rompió dicho silencio y dio paso a
la risa… aun algo nerviosa.
Y así prosiguió la actividad… uno a uno expresando
desde el corazón y luego entregando una parte de él, eso
sí, simbólicamente.
Creo que la actividad es importante por el solo
hecho de ser una instancia más en la vida para conocernos
realmente. Experiencias de este tipo dejan al descubierto un trozo
de historia de cada uno, y porque no decirlo… dejan
al descubierto sentimientos nobles que son parte de nosotros
y emergen aun más en este tipo de instancias. Solo queda
en el tintero un… Gracias compañeros !!
Nicole tu blog va muy bien.
ResponderEliminarMe agradan los gadget que haz instalado, van mucho más allá de lo pedido, esa es la idea, no quedarse en el mínimo.
Felicitaciones por tu trabajo.
Un abrazo
Gracias profe! se me hizo necesario estampar un poco de mi sello personal.
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