jueves, 25 de julio de 2013

Mi felicidad

La ultima experiencia vivida en este semestre en la cual nos reunimos como curso, la dinámica venia de la mano de terminar el proceso de drama. Anteriormente a esta clase se habían tenido dos oportunidades en la que cada uno de mis compañeros se conecto con sus emociones y expreso una parte de su vida, esa cara no visible que no percibimos ni expresamos de manera fácil. En este tercer encuentro en la clase de drama me toco ser protagonista junto a los últimos compañeros que debíamos exponer una parte importante de nuestra vida.La dinámica consistía en llevar una fotografía en la cual retratáramos a la persona que mas amamos, luego mediante un ritual de iniciación se comenzaría el proceso de conectarse con la  aquella persona para dar con el testimonio del por qué de la elección, y sería el profesor quien iría proyectando las imágenes en la cual cada representante saliera a defender su foto. 
 A penas supe en que consistiría la actividad vinieron a mi mente diversas imagines de todas las personas que amo y aprecio. La tarea no fue fácil, pero a la personita que elegí lo hice pensando en la sencilla razón de que fue gracias a ella que descubrí el verdadero significado del amor. Esa persona es Franco, mi hermano de tres años. 
 Cuando fue proyectado en frente todos mis compañeros mi primera reacción fue... mi guaton! de inmediato salí y comencé a dar mi testimonio. De inmediato una serie de bellos recuerdos se iban acumulando en mi mente, hermosos y emocionantes recuerdos de como comenzó todo. Y todo comenzó un día en que me despertó mi madre para darme la noticia de que iba a tener un nuevo hermano, de inmediato desperté como no lo había hecho... me sentí realmente feliz.
El proceso del embarazo fue una etapa de preocupación constante por la salud tanto de mi madre como la de mi feto-hermano. Pero a la vez fue un proceso que disfrute bastante, parecía loca hablando al vientre y compartiendo de música a través del ombligo. 
A la vez me toco cumplir con mi rol de hermana mayor frente a mis hermanos mas pequeños que no comprendieron este proceso de la misma manera, aunque con el transcurso del tiempo iría cambiando eso.
 La llegada de mi pequeño no estuvo exenta de problemas. Fue un parto complicado en que sufrimos los eternos minutos con mi familia, hasta que por fin vio la luzzz! 
Cuando lo vi por primera vez comprendí la hermoso que tiene esta vida, el amor eterno. Inmediatamente se me llenaron los ojos de lagrimas de felicidad. Tenía entre mis brazos a un ser tan pequeño y frágil  en el cual sentía la enorme responsabilidad de cuidarlo y protegerlo hasta el final. Y así a sido desde su nacimiento, todos los días obtengo esas cuotas de felicidad que debemos consumir diariamente. Imposible no hacerlo con sus risas, me conecta con mi niñez.
 Y es eso el amor para mi, la felicidad inmediata por el bien de la otra persona. Algo instantáneo e infinito.

                   
Aquí esta mi pequeño. Con sus ojos llenos de luz y llenando mi vida de felicidad.

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