jueves, 16 de mayo de 2013

Lenguaje Paraverbal

                                 

La temática de hoy estuvo bastante extraña a mi parecer, sabía que se trataba de movimientos creativos por lo que me habían comentado algunos de mis compañeros. Para ese día la profesora nos había solicitado ir con ropa cómoda, cosa que no cumplí. En fin, comenzada la clase la voz de la profesora interrumpió el bullicio que en ese entonces había en la sala, dando paso a un silencio inquietante. Ordenados en filas comenzamos a realizar una serie de acciones dirigidas por la comandante. Ejercicios que permitían lograr un estado de relajación, estiramiento y relajo, combinado con respiraciones adecuadas, y así sucesivamente. Culminada esta parte de la experiencia, debíamos hacer una serie de nuevas acciones un tanto extrañas y no encentas de risas, por lo menos de mi parte, que creo haberme reído la clase completa. 
La idea era no hablar durante la clase, la idea era expresar con el cuerpo. Así, todos dispersos por el área  debíamos comenzar un camino sin rumbo, limitado solo por las paredes de la sala. Fueron una seguidilla de acontecimientos en el que primero debíamos saludar a quien nos topacemos en el camino con una mirada en gesto de un simple saludo. Luego la temática se basaba en  hacer el mismo ejercicio de saludar, pero con otra parte de nuestro cuerpo, por ejemplo, las manos, el hombro etc.
Finalizada esa parte de la clase la profesora se paro arriba de una silla para poder dar las instrucciones, el pararse arriba de la silla no fue por querer demostrar su gran creatividad, sino que tenia un propósito, y este consistía en que debía hacerse notar ante todos nosotros para comenzar con el segundo proceso de la clase, Movimientos guiados. La profesora comenzó a hacer una serie de movimientos bastante audaces jeje alegres, y cada uno debía imitarla. Primero una mitad tuvo que repetir una especie de coreografía impuesta por la profesora y luego el otro grupo repitió lo mismo.
Lo que vendría después de esa experiencia inolvidable, sería aun mejor, la bendita relajación. Para mi habría sido más enriquecedor hacer cada uno su propia meditación en compañía de el silencio y un montón de seres que estarían en lo mismo que yo. Pero las clases son guiadas o si no, no son clases. Por lo tanto la profesora fue dando pauta de cómo debíamos relajarnos. No lo logre.
La última parte de la clase fue bastante interesante a mi juicio. La actividad consistía básicamente en formar grupos pequeños, sentarse en el suelo formando una especie de círculo y tomarnos de las manos con los compañeros más próximos. Luego debíamos empezar a conocer esas manos, sentirlas, acariciarlas, en definitiva, conocerlas. Las manos que me tocaron evidentemente que eran muy distintas. Sabía que por un lado tenía a una amiga y por el otro lado a un compañero con el cual nunca he hablado. Pero la actividad era a ojos cerrados. Solo fue un traspaso de energías… fluir y sentir. Lo esencial es invisible a los ojos.


                   

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