jueves, 25 de abril de 2013

Sonidos



La clase realizada el día 25 de abril estuvo cargada de melodías extrañas pero originales. Y es que la dinámica se dio para eso, ya que tuvimos que hacer varios tipos de improvisaciones que comenzare a detallar a continuación.
La tarea que la profesora nos había encomendado para nuestros hogares era buscar un instrumento para llevarlo a la próxima clase. De inmediato pensé en las guitarras eléctricas que tengo en casa, una mas empolvada producto del poco uso, que es mía y la otra hermosa radiante que ocupa mi hermana. El descarte fue inmediato, el traslado habría sido una odisea.  La solución llegaría por parte de mi hermano que posee una flauta básica, de esas que son obligatorias para los colegios. En fin, no me quedaba otra, no tenia opción. El dilema es que no se tocar la flauta.

Llegado el día de la clase todos se presentaron con los más diversos tipos de instrumentos, pero había algo en común, intriga de saber que haríamos con ellos.  Hasta que la profesora dio las primeras instrucciones, debíamos dejar todos los instrumentos al centro de la sala y hacer una especie de círculo entre nosotros. A continuación un primer grupo de compañeros debían acercarse al centro y recoger cualquier instrumento distinto del que habían llevado. Luego sería el turno de los que faltábamos. flojera llegue tarde a la elección de los instrumentos y solo recogí un pandero de juguete, para no llevarme a mi propia flauta de vuelta. Preferí dejarla junto a las mil flautas que había al centro, me pregunto si eso forma parte de un tipo de discriminación. En fin, ya todos con un nuevo instrumento esperamos las nuevas instrucciones de la comandante, quien en voz decidida nos hizo callar. La actividad debía ser en completo silencio…. solo aquellos instrumentos depositados en nuestras manos serian nuestra forma de expresarnos ante los demás. A continuación, en una parte de la sala se hicieron ver una serie de proyecciones, y en ellas iban apareciendo distintas palabras y colores. Supongo que la finalidad era que dependiendo de cada color, era la intensidad del sonido. En mi caso, me limite a realizar sonidos con mi pequeño pandero que poco y nada sonaba ante semejante ruido, creo que no merece la categoría de melodía.
Producto de mi lento actuar. Terminada dicha experiencia, la profesora indicó que debíamos juntarnos por tipo de instrumento, es decir,los de cuerda por un lado, los de vientos por otro, percusión y así.  En mi grupo junto al montón de panderos se unieron las maracas. Lo que debíamos hacer era crear una melodía agradable a los oídos de todos. Luego de varias ideas en que mi participación fue nula, creo que en si el propósito de la actividad era claro. Conectarse con el yo-músico y la coordinación en equipo.  Hasta que por fin nos presentamos ante todos mis compañeros,  ¿y el resultado? Sonamos agradable, a pesar de lo bullicioso de nuestros instrumentos.  Así todos mostraron sus melodías, fue cómico pero grato.

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